7. ¿Cómo hacer una petición? (Comunicación No Violenta)



Bienvenido al blog “Resiliencia: Herramientas para superar la adversidad”, que está diseñado para tu desarrollo personal y profesional. Te ayudaré a que puedas salir transformado, empoderado y enriquecido ante situaciones adversas. Así que, si has pasado, estás pasando o vas a pasar por algún tipo de adversidad y quieres desarrollar tus recursos personales, este es tu blog.

No sólo hacen falta competencias personales para ser resiliente, también competencias sociales. Las capacidades para relacionarse y comunicarse de forma exitosa son cualidades relacionadas con la salud, el ajuste emocional, el bienestar y la resiliencia.

Una característica de una persona resiliente es que tiene una comunicación positiva y coherente. Desde mi punto de vista, esta comunicación es similar a lo que Marshall Rosenberg definió como “comunicación no violenta o comunicación compasiva”. Este psicólogo norteamericano visualiza esta comunicación como un medio para establecer relaciones empáticas con nosotros mismos y con el otro.

Rosenberg tiene un concepto más amplio de lo que significa violencia, al entenderlo como “todo lo que nos aleja del otro”. Como no hemos aprendido a expresarnos desde la empatía y la compasión, es frecuente que cuando se realiza una petición se haga desde la exigencia, la culpabilización, la crítica o la desvalorización del otro, es decir, desde la violencia, tal como lo entiende Rosenberg.

Por tal razón, en este post/podcast aporto los cuatros componentes de la comunicación no violenta, que son esenciales para realizar una petición.
  1. Observación: se alude a los actos concretos que están afectando mi bienestar.
  2. Sentimiento: tiene que ver con cómo nos sentimos en relación con lo que observamos.
  3. Necesidad: es todo aquello que da origen al sentimiento; pueden ser necesidades, valores, deseos.
  4. Petición: acciones concretas que pedimos para enriquecer nuestra vida

Las peticiones que no van acompañadas de los sentimientos y necesidades pueden parecer exigencias.

De esta forma, en vez de decir:
-       Te puedes callar que no me puedo concentrar.
-       Escúchame, que nunca me prestas atención.

Puedes decir:
-       Cuando estudio y subes el tono de voz, me siento frustrado y enfadado porque necesito comprensión y apoyo; es importante para mí aprobar este examen. Te pido que bajes el tono de voz o que converses cuando termine de estudiar dentro de 1 hora.
-       Últimamente cuando te cuento mis problemas te noto más distraído, no me preguntas nada y me siento triste y sólo, porque necesito empatía y apoyo. Te pido que me escuches, que me mires, que me preguntes, que des tu punto de vista, en fin, que te intereses por mi conversación.

Al realizar una petición completa, es conveniente pedir un feedback para conocer qué sentimientos, pensamientos han estimulado nuestras palabras o para conocer si la otra persona está dispuesta hacer lo que hemos recomendado: “¿Qué sientes, qué piensas o qué vas a hacer con respecto a lo que te he pedido?”

Te animo a que pruebes esta técnica y que me escribas para saber cómo te va con ella.

Termino este tema de la Comunicación No Violenta con la siguiente pregunta que dejo en el aire: ¿Qué prefieres, tener razón o ser feliz? Las dos cosas a la vez no son posibles

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Muchas gracias y hasta la próxima

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