13. Cómo superar la procastinación o la postergación
Bienvenido
al blog “Resiliencia: Herramientas para superar la adversidad”, que está
diseñado para tu desarrollo personal y profesional. Te ayudaré a que puedas
salir transformado, empoderado y enriquecido ante situaciones adversas. Así
que, si has pasado, estás pasando o vas a pasar por algún tipo de adversidad y
quieres desarrollar tus recursos personales, este es tu blog.
Las
personas resilientes afrontan las situaciones adversas que la vida plantea y no
se quedan inmóviles, no postergan, no procastinan, no se rinden y se marcan
objetivos realizables. Además, se comprometen con los objetivos que se marcan y
con la ejecución de las acciones para llegar a ellos.
No
obstante, es frecuente la procastinación y que incumplamos los compromisos que
tenemos con nosotros mismos y con los demás. Tanto es así, que justificamos
fácilmente nuestro incumplimiento e incluso somos comprensivos con los
incumplimientos de los demás.
Cuando
afrontas una situación difícil o cuando das el primer paso hacia un objetivo
establecido por ti mismo, sales de tu zona de confort y allí tomas conciencia
de lo incómodo que resulta dar ese paso. En ese momento es cuando te dices:
“Empezaré mañana o el próximo lunes o en otro momento.” En la procastinación
existe la creencia de que el mejor momento para actuar está en el futuro. Es
una especie de autoengaño, para tranquilizarnos de lo desagradable que puede
ser actuar ahora, con la excusa que mañana o pasado mañana o el próximo año
estaremos más preparados
En
la procastinación sustituyes la ejecución de una acción relevante por otras que
no lo son. Ahora bien, es importante que te preguntes ¿para qué lo haces? Puede
ser para obtener un alivio temporal, para dejar de sentir los sentimientos
negativos que puede producir hacer lo que te has propuesto ya que te puede parecer
difícil, amenazante, largo o complicado.
Cuando
procatinas te tranquilizas, porque te has prometido hacer la acción en otro
momento y, además, haces otra cosa que es menos importante, pero más placentera
o, por lo menos, menos incómoda. No obstante, el alivio es temporal y fugaz, ya
que poco a poco crece la ansiedad por hacer lo que has postergado y va
disminuyendo la autoestima; ya que a medida que pasa el tiempo, observas que
tienes falta de voluntad o de determinación.
¿Cuál
es la emoción negativa que dispara el mecanismo de evitación?
Una
emoción frecuente cuando procastinas es el miedo al fracaso. Temes que al hacer
una acción que no sabes hacer del todo bien vaya mal, con la consecuente
sensación de incompetencia y vergüenza. En este sentido hay una brecha muy
grande entre la acción a ejecutar y el nivel actual de competencia o habilidad;
debido a que sientes poca confianza en tu propia capacidad para lograr los
resultados pretendidos, tu motivación a actuar es baja y procastinas.
Una
forma de mejorar la confianza en tus capacidades es recordar experiencias de
éxitos pasados, para que la creencia de que una acción que originalmente es
imposible o muy difícil cambie a ser desafiante pero realizable.
Otra
técnica útil para dar el primer paso y romper la inercia es dividir la acción
en pequeñas acciones que la conforman. Así minimizas la carga emocional
negativa que tiene la acción y se reduce la brecha entre la dificultad y la habilidad,
dejando de ser intimidante.
Cuando
te veas procastinando, pregúntate:
- ¿Cuáles son las consecuencias
negativas de no dar el paso a actuar?
- ¿Cuáles son las consecuencias
positivas de dar el paso a actuar?
No
existe el momento perfecto para enfrentar una adversidad o para hacer realidad
tus objetivos. El momento es ahora. Empieza a actuar ya. Cuando postergas tus
sueños se fortalecen tus frustraciones. Cuando actúas y afrontas tus miedos,
aumenta la confianza en ti, tu autoestima y tu resiliencia.
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